Entrenamiento del Chikung

Reglas básicas.

Es importante no tener ideas preconcebidas sobre los resultados que queremos obtener, la mente debe estar atenta y receptiva.Debemos estar conscientes de todo lo que nos rodea, sin que nada nos distraiga, tampoco nuestros pensamientos. Interiorizaremos los sentidos y los utilizaremos en el desarrollo de los movimientos, con total concentración.

Evitaremos los sitios fríos o demasiado calurosos, y la exposición al viento o corrientes.

Se recomienda no practicar durante tormentas, relámpagos o campos magnéticos adversos.

No llevar ropa ajustada, ni accesorios que nos molesten.

Mejor no ir al servicio hasta después de veinte minutos de terminar la práctica, para conservar el Qi conseguido.

Si nos encontramos mal emocionalmente, mejor no practicar porque podríamos empeorar.

Armonización

En la práctica del Chikung es necesario regular el cuerpo, la respiración, la mente y el espíritu. Estos aspectos son inseparables, por lo que cuando armonizamos uno estamos afectando al resto. La verdadera regulación tiene lugar cuando no se hace conscientemente y ocurre de manera natural.

Vamos a hablar por separado de la relajación, de la armonización del cuerpo, de la mente y de la respiración para tener claros los conceptos básicos imprescindibles en nuestra práctica.

Relajación

La relajación es la clave principal para conseguir hacer Chikung, los canales estarán abiertos en la medida en que nos relajemos. En primer lugar hay que relajar la mente y después el cuerpo. Como ya dijimos la mente Yi es la mente inteligente que lleva a un estado de paz y tranquilidad, por lo que debe controlar a la mente emocional Xin que afecta a los sentimientos y al estado del cuerpo.

Hay tres estados de relajación, el primero es a nivel externo, es la relajación física o postural, muy superficial a la que casi todo el mundo llega, la mente no necesita estar relajada a un nivel muy profundo. El segundo estado es la relajación de los músculos y tendones, la mente debe estar meditativa para poder sentir los músculos. En el tercer estado se relajan los órganos internos y la médula ósea. Yi debe alcanzar un profundo nivel de paz, en este estado es donde la mente puede llegar a dirigir el Chi sin problemas. El cuerpo estará protegido de las enfermedades.

Cuando la mente empieza a relajarse la respiración se hace más lenta y profunda, retardando las pulsaciones. Estos procesos llevan a un estado más profundo de calma hasta que se pueden percibir los órganos.

Armonización del cuerpo

Buscaremos una estructura corporal que nos permita estar estables y equilibrados con el eje de gravedad. Una vez que memoricemos las secuencias de movimientos aprenderemos a relajarnos hasta que estemos siempre enraizados, los canales se abrirán y la circulación de Qi será constante.

Los movimientos serán siempre suaves, lentos y fluidos, sin llevar las articulaciones a la máxima extensión.

Después de relajar el cuerpo podremos percibir nuestro centro y el equilibrio, y en cada movimiento sentiremos los músculos para seguir relajando las zonas más tensas.

Las rodillas deben estar siempre ligeramente dobladas, el sacro, las lumbares y la pelvis muy relajadas para sentir la conexión con la tierra, sintiendo como si tiraran de nosotros hacia abajo desde la planta de los pies. La cabeza asciende sin esfuerzo, como si nos mantuvieran desde la coronilla suspendidos con un hilo. De esta manera el cuerpo estará alineado con el eje de gravedad y se desarrollará el enraizamiento.

Armonización de la mente.

El entrenamiento más difícil consiste en dejar de pensar, la mente no debe estar en el pasado, ni en el presente ni en el futuro, para que no dependa de sus influencias. Sólo si se haya tranquila y en paz logrará percibir de forma precisa y relajada.A través de la consciencia de la respiración y de la estructura corporal, trataremos de vaciar los pensamientos para tranquilizar a la mente. La mente Yi debe aquietar a la mente Xin, que es el fuego que a veces nos consume. Cuando la mente emocional esté bajo el control de la mente inteligente nos encontraremos tranquilos y relajados. Una vez conseguido este estado mental la mente Yi dirigirá el Chi a un punto o zona concreta del cuerpo.

Confucio decía: “Primero debes estar tranquilo, luego tu mente estará equilibrada. Cuando tu mente esté equilibrada, estarás en paz. Solo si estás en paz podrás pensar y al fin progresar”. Para conseguir el equilibrio utilizamos la intención de Yi, cuando sabemos lo que queremos se genera paz y relajación física y emocional. Cuando se ha alcanzado esta etapa, nos concentramos o pensamos con el fin de llevar a cabo la intención, el Chi fluirá y se conseguirá el objetivo con éxito.

No debemos cometer el error de empeñarnos en hacer todo correctamente. Esto impedirá que la mente se relaje. El rostro se refleja tenso y las mandíbulas apretadas. Una forma de que esto no suceda es practicar la sonrisa interior, esbozar una ligera sonrisa en la comisura de los labios y sentir cómo toda la vibración del cuerpo cambia.

Armonización de la respiración.

Para regular la respiración tenemos que regular antes la mente, si la mente no está estable y tranquila, las emociones estarán alteradas y la respiración no será la adecuada.

Cuando hacemos los movimientos los debemos adaptar a la respiración y no al revés. La respiración habitualmente se hace por la nariz, debe ser suave, sosegada, continua, lenta y profunda. La respiración más utilizada es la abdominal, que consiste en inhalar lentamente por la nariz expandiendo suavemente el abdomen y exhalar lentamente por la nariz contrayéndolo ligeramente. No debe ser al cien por cien de la capacidad respiratoria para no crear excesiva tensión en la caja torácica. El diafragma se vuelve más elástico, y se produce un masaje en los órganos internos ayudando al tránsito de nutrientes y eliminación de toxinas.

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