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En el cuerpo humano el Qi es la energía que mantiene la vida. Tiene la función de conservar su equilibrio mientras está vivo, mantener la salud, posibilitar el metabolismo y curar las enfermedades. El funcionamiento de cada uno de los órganos internos se realiza gracias al Qi, sin este no sería posible la absorción y excreción de los alimentos, ni la circulación de la sangre a través de los vasos sanguíneos.
La calidad de Qi de cada persona es distinto, determinando su salud, vitalidad, forma de pensar, etc.
Aunque a menudo se dice que el calor es el Qi que circula por el cuerpo humano, es otro tipo de Qi el que alimenta a las células.La resistencia del Qi al circular por el cuerpo hace que parte de éste se convierta en calor. Los meditadores más avanzados perciben una luz en los ojos y en la mente, y creen que es una transformación del calor en energía electromagnética cuando se llega a niveles avanzados.
El Qi del cuerpo humano puede variar dependiendo de las circunstancias externas, como las condiciones atmosféricas, cambios de estación o sus condiciones particulares.
La respiración está muy relacionada con el Qi, un estado de ansiedad o nerviosismo hace que perdamos el control y la respiración es rápida y corta, es decir Yang. Lo mismo pasa en un momento de excesiva a alegría o emoción, en estos casos la espiración es más larga para soltar el exceso de Yang. En momentos de tristeza, en un estado Yin, será al revés, la inspiración es más larga para tomar más Qi y equilibrar el estado Yin.
La calidad del Qi afecta en gran medida al cuerpo, si el Qi que circula es de baja calidad daña a los órganos y altera el equilibrio emocional, el cuerpo se vuelve demasiado Yang. Si el Qi es limpio, permite que el cuerpo funcione perfectamente y conserva la mente equilibrada. Es por tanto muy importante la dieta, el Qi generado a partir de alimentos de origen animal contiene más impurezas que el generado a partir de alimentos de origen vegetal.
La energía interna también se denomina neiqi, que es la energía vital, su calidad determina el carácter de una persona y el estado de su mente. Parece ser que la fecha de nacimiento puede influir o determinar el destino de la persona.
Las personas más testarudas, rígidas y violentas tienen un neiqi poco refinado, son impulsivos y apasionados, se enfadan con facilidad y les gusta criticar a otros. Las personas con el neiqi blando son cariñosas y afables que huyen de los conflictos y discusiones.
Cuanto más puro es el neiqi la persona, más inteligente es, tienen mayor capacidad de superación y de adaptación frente a las adversidades y disponen de más recursos para solucionarlos. Suelen ser personas serenas con una mente sana, que disfrutan de los deportes y las diversiones.
Las personas que tienen el neiqi con muchas impurezas, son de ideas fijas, no poseen mucha capacidad intelectual, les falta flexibilidad frente a las situaciones, tienen poca capacidad para solucionar problemas. Suelen ser egoístas y caprichosas, incapaces de comprender a los demás.
La calidad del neiqi puede determinar el destino y la suerte en el trabajo, en el matrimonio, en las desgracias que le puedan ocurrir, etc.
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