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El Qi se encuentra en todo tipo de espacio y también en las unidades de tiempo, que van desde un mínimo intervalo a la eternidad. Cada hora, cada día, cada mes, cada año tiene su propio Qi.
Todo está en permanente cambio, por lo que la energía también cambia influida por el movimiento de traslación de la tierra alrededor del sol, el cambio de la luna, la rotación de la tierra sobre su eje, los cambios de estación.
El Qi de una persona sana se extiende de 2 a 10 centímetros a partir de la superficie de la piel, así se puede mantener la temperatura y la sangre circula de manera adecuada. En caso de personas de constitución débil, el Qi no puede abarcar todo el cuerpo y sólo llega de 1 a 2 centímetros por debajo de la piel. En casos más extremos no llega más allá de los codos y los tobillos.
El Qi de una persona sana se extiende de 2 a 10 centímetros a partir de la superficie de la piel, así se puede mantener la temperatura y la sangre circula de manera adecuada. En caso de personas de constitución débil, el Qi no puede abarcar todo el cuerpo y sólo llega de 1 a 2 centímetros por debajo de la piel. En casos más extremos no llega más allá de los codos y los tobillos.
Con la práctica asidua del autentico Chikung se puede ampliar el alcance del propio Qi, al cabo de unos años puede llegar hasta un metro más allá del cuerpo, y si se purifica el cuerpo y se ayuda a los demás hasta decenas de metros.
El Qi de los árboles se expande a partir del tronco, de las ramas y de las hojas. Generalmente, en los árboles de unos 30 centímetros de diámetro su Qi alcanza de uno a cinco metros, en un árbol de más de 50 centímetros de diámetro, el alcance de su Qi puede ser de 5 a 10 metros.
La Tierra, el sol, la luna, los planetas, las galaxias, etc., cada uno tiene también su propio Qi que se extiende por el espacio del universo y por el mundo en que vivimos.
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