Chen Wanting

Chen Wanting (1600 -1680), perteneciente a la 9ª generación, también llamado Chen Zouting, nació en la aldea de Chenjiagou. Militar de carrera, desarrolló su labor a finales de la dinastía Ming (1368 – 1644), especialmente en la provincia de Shandong donde reprimió vivamente el bandidaje y las rebeliones. En 1641 obtuvo el cargo de comandante de la milicia del condado de Wen (Wenxian). Chen Wanting, es a menudo representado con su lugarteniente Jiang Fa, al que algunos autores atribuyen la génesis del Taiji Quan. En 1644, tras la caída de los Ming, Chen Wanting dedicó sus últimos días al desarrollo, práctica y enseñanza del Taiji Quan. Según los “Anales de la familia Chen” (Chenshi Jia Pu), fue el primero en introducir la práctica del boxeo en el seno de la familia, así como el manejo de la lanza, el sable y la alabarda. Con el advenimiento de la dinastía, Qing (1644 -1911) de origen manchú, ya anciano y retirado en Chenjiagou, la aldea de sus antepasados, Chen Wanting consagró su tiempo libre a la práctica y enseñanza de las artes marciales. Se le atribuye un breve tratado llamado Quan Jing Zong Ge o “Canto general de la práctica del boxeo”:

“…Antaño podía llevar mis armas y pesadas cargas, a fin de aplacar las rebeliones, he afrontado peligros, conocido fracasos y a pesar de todo el emperador me ha concedido su gracia. En el presente me siento viejo y cansado. Mi último compañero es el libro de lo Interno del Emperador Amarillo. En los momentos de tristeza, me ejercito en el boxeo. Durante el periodo de trabajo, en mi tiempo libre enseño a algunos discípulos el arte de convertirse en tigres y dragones y de actuar como es debido. “

Chen Wanting, es a menudo representado con su lugarteniente Jiang Fa, al que algunos autores atribuyen la génesis del Taiji Quan.

Queda demostrado con documentos históricos que el general Qi Jiguang fue un gran estudioso y experto de las artes marciales y que las difundió entre la gente, su Canon de boxeo (Quan Jing) era materia de estudio obligada entre la clase militar. En esta obra se trabajan 32 técnicas de los 16 estilos de Wu Shu más importantes. Chen Wanting trabajó sobre la base de las 32 formas contenidas en los “Cánones de boxeo” de Qi Jiguang para crear las rutinas de Taijiquan, donde seguramente también influyeron muchas otras escuelas de la época.

Además de combinar el arte que ya conocía de su familia con otros, incorporó nuevos aspectos como el qi gong, la filosofía y la medicina. Adoptó principios como que el cuerpo debe moverse de una manera natural y no forzado basándose en la teoría del Yin y el Yang, entendió cómo se mueven las cosas mediante la física de palancas y cómo utilizar la energía del enemigo y las fuerzas para controlar a uno mismo y al contrario, eran conocimientos muy avanzados para su época.

Las aportaciones más importantes a las artes marciales chinas de su época han sido:

Incorporar las técnicas de Daoyin y de Tuna. Con el Daoyin se activa el cuerpo mediante ejercicios dirigidos con la mente para llevar la energía interna a puntos determinados, y la técnica de Tuna son ejercicios de respiración profunda del abdomen.

Al combinar estas técnicas con las acciones coordinadas de manos, ojos, cuerpo y pasos, el boxeo de la sombra se convierte en un sistema completo de ejercicios caracterizado por el uso del poder interno y externo a través de la respiración y la intención. La conciencia, la respiración y las acciones están conectadas como si fueran una sola cosa.

Los giros espirales y de arco, unidos a otros firmes y suaves, alternando extensión y retroceso están en concordancia con la teoría Jingluo o meridianos, de manera que se desbloquean y estimulan al practicar la forma. El boxeador debe dirigir el Qi (energía vital interna) mediante el uso de la mente y permitir que se extienda por todo el cuerpo. El Qi se acumula en la zona pélvica y se dispersa por todo el cuerpo con la cintura como eje, llega hasta la punta de los dedos de las manos, mediante giros de brazos y muñecas, y hacia la punta de los dedos de los pies mediante giros de rodillas y tobillos. Cuando alcanza las extremidades, el Qi regresa a la zona púbica. De esta manera se fortalece la fuerza ofensiva y defensiva del cuerpo.

Utilizando la teoría del Jingluo como medio de reforzar la fuerza externa y las técnicas de Daoyin y Tuna para fortalecer el poder interno, el Taijiquan tiene grandes beneficios sobre la preservación de la salud y longevidad.

Otra aportación que no aparece en los libros de artes marciales escritos hasta entonces es la técnica de empuje de manos. Los métodos de patadas, golpes, derribos y asimiento causaban con frecuencia lesiones graves, por lo que no se podían alcanzar niveles más altos. Muchas ramas de boxeo en la China milenaria, tras pasar de generación en generación, perdieron su vitalidad original.

Chen Wangting creó el método de empuje de manos, consiste en dos boxeadores con las manos juntas practicando acciones conjuntas para desarrollar el sentido del tacto en la piel y la sensación dentro del cuerpo. Ahora los métodos de combate de asimiento, golpeo y derribo se practicaban y mejoraban. Chen no sólo se limitaba a trabajar sobre las articulaciones del contrario, sino que atacaba las partes vitales también. No requería mucho espacio, equipo protector ni ropas especiales, por lo que podía realizarse en cualquier momento.

En cuanto a las armas creó unas rutinas básicas para combate con lanza. La práctica de “lanza pegajosa” no requería tampoco equipo protector, el practicante se empareja, gira, lanza, dispara y retira la lanza con la máxima rapidez y en ciclos ilimitados, mejorando sus habilidades sin peligro de ser herido.

Extraído de “Cuerpo, mente y Taijiquan” de J.C.Serrato y de www.ceitai.com




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