Chang Nai-chou

Chang Nai-chou (1736-1795) no fue una figura sobresaliente en la historia de China, ni en las artes marciales. Es poco conocido en este mundo, pero aunque el estilo que creó prácticamente ha desaparecido, dejó unos escritos profundos y muy sutiles.

Nació en el seno de una familia de clase alta, en el condado de Sishui, en Henan. Parece ser que practicaba artes marciales por motivos de salud, y sus escritos son los primeros después de los de Zhan Sanfeng, que hablan de las artes marciales como una práctica para alcanzar el Tao.

Extractos de los escritos de Chang Nai-chou:

El Chi central es lo que los clásicos llaman lograr la inmortalidad, el yang primordial, o el Chi original.

A través del desarrollo espiritual se transforma en el elixir interno, a través del desarrollo marcial se convierte en el elixir externo. El elixir interno siempre está subordinado al elixir externo por su formación, esto es debido a que movimiento y quietud, cada uno es la raíz del otro.

Los estudiosos no entienden el origen del Chi central y piensan que simplemente moviendo sus pies y sus manos pueden penetrar en el misterio primordial, esto es imposible.

Cuando el padre y la madre mezclan sus esencias, éstas toman forma en el tan tien, que se mueve hacia arriba o hacia abajo, a izquierda o derecha, pero nunca hacia delante y hacia atrás, o inclinándose, y ocupa el verdadero centro del cuerpo humano.

La claridad espiritual de este Chi se manifiesta en los espíritus de las cinco vísceras. La respiración depende de él.

Practicar la forma física no es más que yin y yang. Si no comprendemos el yin y el yang, ¿cómo sabremos por dónde empezar el nuestro entrenamiento?.

El Tao del cielo y la tierra no es otro que yin y yang. La transformación y unión del yin y el yang se origina de forma natural.